La miseria en
los caños del delta propicia éxodos de indígenas y
marginalizan su vida en plena mendicidad.
27 de Octubre de 2013
Yordana M.
Indígenas warao migran a la ciudad y fracturan
modos de vida, desde
miles de años extendidos en cuatro municipios a lo largo y ancho del Delta del Orinoco.
Ahora son los warao en plena ciudad en busca de sustento.
Tucupita
una ciudad marcada por el mestizaje, ahora los dueños de los palafitos, caños,
ríos y manglares han que decidido establecerse en la ciudad, unos en las
orillas del paseo malecón Manamo, orillas del puerto de volcán, en lugares como;
el antiguo Yakariyene de esa ciudad, aunque otro numeroso grupo han
contado con la buena voluntad y en su pleno derecho han recibidos casas dignas,
pero todos sin duda fracturan sus modos de vida.
Entorno de vida milenaria.
El
pueblo warao, desde miles de años han existido en los; morichales,
manglares, cañitos de aguas negras en palafitos, (casa hechas sobre el agua)
obedeciendo de manera constante según la sabiduría a la gran madre naturaleza,
expandidos en más de tres mil caños aproximadamente ubicados en lugares más alejados
de la misma ciudad, manteniendo su propia lengua, cultura y tradición, una
educación propia, organización y forma de vida como es su cosmogonía, con un
sistema de salud ancestral según su entorno y las enseñanzas de cada
región. El warao es una lengua aislada, Se
habla principalmente en Delta Amacuro y en menor grado en el Este de Sucre, en
el este de Monagas.
Para
el año 1999, el Gobierno de Hugo Chávez reconoció sus derechos y lo asentó en
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 119. Pero en la actualidad las luchas por mantener su
existencia continua.
Los
trajo el pasado impulsando el éxodo.
El cierre del caño manamo, fue sin duda el hecho que marco de
manera crucial la salida de numerosos grupos de indígenas warao desde sus
comunidades a otros lugares formando la desorganizada vida en la ciudad.
Indígenas pescadores, tejedores, horticultores se instalaron en la ciudad como
huyendo de sus espacios.
Señala,
Castro García en su investigación. A partir de la década de 1960, un
desastre ecológico de inmensas proporciones del cierre del caño Manamo, alteró
drásticamente la mitad de su hábitat natural de los indígenas warao
produciendo la disminución de la pesca y parte del entorno de vida de los
warao. Esto originó emigraciones masivas de los indígenas hacia los
centros urbanos de la ciudad, como La Horqueta, Pedernales, Tucupita, Barrancas
y Puerto Ordaz. De manera que podemos observar familias asentadas en las
afueras del terminal de San Feliz, viviendo a la intemperie si ánimos de
regresar a sus lugares, vemos que
lamentablemente se desvanece el futuro de los niños.
Al
otro lado del río, también observamos grupos warao en la miseria, desidia y
mendicidad, en la muy conocida Cambalache donde recogen objetos, ropas, comida
que lanzan al desperdicio, ahí están los niños, las mujeres rogando
encontrar algo que le pueda servir para vestir, o comer. En el mismo Delta, en
la zona como volcán se encuentran numerosas familias
En medio del futuro incierto.
Los
niños y jóvenes warao son quienes sufren las terribles consecuencias del éxodo
a la ciudad, no solo la mendicidad es parte del actual panorama, el consumo de
bebidas alcohólicas es la nueva practica cultural, es de manera dolorosa un
hecho que nubla el pasado y oscurece el
futuro de estas familias y la cultura.
A través de sus luchas y resistencia.
En
la actualidad, se han evidenciados importantes apoyos al pueblo, les han
aportados vivienda, señalando las primeras casas en (2006), sesenta y tres 63
familias que vivían en estado de hacinamiento en yakariyene.
Durante muchos años, fueron ubicados en la
primera comunidad organizada de
Janokosebe,
pero esto a su vez no resolvió el problema social de los warao, no detuvo la
migración desde sus espacios a la ciudad. Una vez derrumbada Yakariyene por
orden gubernamental de ese entonces, de manera inesperada nuevas familias se
fueron asentando entre las ruinas y escombros, grupos indígenas de las
comunidades de araguabisi, nabasanuka, kuberuna, españa y otras del municipio
Antonio Díaz, Estado Delta Amacuro, la lucha siguió por la construcción de sus
viviendas. Siete año después en el ahora año (2013), treinta y tres
33 familias fueron dignificas con casas nuevas y formaron una segunda
urbanización indígena, “Yakerawitu” de las comunidades de; nabasanuka,
koboina, araguabisi, koberuna,volca de araguao. Gracias a la revolución de
Chavez.
En busca de mejores condiciones de vida.
Sin
embargo continúa la llegada masiva de más familias warao emigrantes. Se pueden
observar en la vía paloma, la antigua yakariyene, aún se enumeran las casas
construidas de manera improvisada, logrando un estado de marginalidad y
hacinamiento progresivo.
De
igual manera en la comunidad de Volcán del mismo municipio Tucupita, Estas
familias que hoy viven en puerto de volcán a la orilla del río, en casas igual
improvisada, con carpas, zinc, vienen subiendo de las comunidades de; guayo,
Kuarejoro, Merejina, kuberuna, España, del Municipio Antonio Díaz, y son
un total de sesenta 60 familias, ciento sesenta mujeres 160 mujeres y ciento
ochenta hombres 180 hombres, dos ciento noventa niños 290 niños, 35 adultos. De
tal manera evidencia la mala práctica política para el pueblo indígena,
en cuanto a sus producciones, pesqueras, de siembra y medio de sustento
propio para su subsistencia.
Pocas familias quedan en los caños
No
solo el hacinamiento en la orilla de volcán es un problema, sino que se suma el
control del combustible y que afectan de manera directa a los
mismos warao, pero en el afán de no tocar esa cruda realidad, en todos los
estados fronterizos y eso no escapa Delta Amacuro cambiamos el curso la emigración y sus consecuencias en la
ciudad.
“Este
fenómeno tiene causas económicas y sociales de tipo estructural, por las
particularidades características del medio ambiente, la economía nacional y
local, la cultura política criolla y la cultura tradicional Warao”
¿Qué difícil es
organizar al pueblo warao?
A
juicio de Armando Obdola de la organización Indigena kape kape “la situación no es de forma si no de
fondo la situación del pueblo warao a nivel de sobre vivencias es difícil y
siempre lo ha sido y más desde la contaminación de sus ríos desde el asunto de
la represa, el problema es de educación, el problema es de capacitación de
levantar un semillero de nuevos líderes pensantes en el estado y te hablo de la
4ta y de la5ta República, que ya hecho estragos en el desarrollo de este
pueblo”
¿Qué pasa con los consejos comunales?
Mejor
será formación y capacitación agregó Armando Obdola, “empezar a crear
semilleros en las escuelas en los liceos en las comunidades darles las
herramientas de conocimientos en diversas áreas productivas, educativas.
Siempre han dicho que cuando el warao se levante va a temblar el delta, pero el
gobierno o los gobiernos nunca les intereso que eso ocurra siempre los tendrá
pisados a sus pies, solo con el único fin que es el electoral”. Sentenció.
Por
su parte:
Aunque el Gobierno Nacional y regional del Delta. Genera múltiples proyectos de políticas
públicas para el pueblo warao, no se concreta una verdadera y justa respuesta
para quienes sobre viven a las practicas rutinarias de las bolsas de alimento como parte de su indemnización. Pero
aún persiste el encanto y los warao esperan una sabia solución.
Teasser.
Los
Warao, desde hace más de 800 mil años vivieron invisibilidades en la selva, en
la actualidad se conocen que son el 2do pueblo más numerosos de Venezuela, pero
con un sistema de vida marginal ubicado en 70%. Aproximadamente.
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