sábado, 28 de septiembre de 2013

La miseria en los caños del delta propicia éxodos de indígenas y marginalizan su vida en plena mendicidad.

27 de Octubre de 2013
Yordana M.


Indígenas warao migran a la ciudad y fracturan modos de vida, desde miles de años extendidos en cuatro municipios a lo largo y ancho del Delta del Orinoco. Ahora son los warao en plena ciudad en busca de sustento.


Tucupita una ciudad marcada por el mestizaje, ahora los dueños de los palafitos, caños, ríos y manglares han que decidido establecerse en la ciudad, unos en las orillas del paseo malecón Manamo, orillas del puerto de volcán, en lugares como; el antiguo Yakariyene de esa ciudad, aunque  otro numeroso grupo han contado con la buena voluntad y en su pleno derecho han recibidos casas dignas, pero todos sin duda fracturan sus modos de vida.

Entorno de vida milenaria.

El pueblo warao,  desde miles de años han existido en los;  morichales, manglares, cañitos de aguas negras en palafitos, (casa hechas sobre el agua) obedeciendo de manera constante según la sabiduría a la gran madre naturaleza, expandidos en más de tres mil caños aproximadamente ubicados en lugares más alejados de la misma ciudad, manteniendo su propia lengua, cultura y tradición, una educación propia, organización y forma de vida como es su cosmogonía, con un sistema de salud ancestral según su entorno y las enseñanzas de cada región.  El warao es una lengua aislada, Se habla principalmente en Delta Amacuro y en menor grado en el Este de Sucre, en el este de Monagas.
Para el año 1999, el Gobierno de Hugo Chávez reconoció sus derechos y lo asentó en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 119. Pero en la actualidad las luchas por mantener su existencia continua.
Los trajo el pasado impulsando el éxodo.

El cierre del caño manamo, fue sin duda el hecho que marco de manera crucial la salida de numerosos grupos de indígenas warao desde sus comunidades a otros lugares formando la desorganizada vida en la ciudad. Indígenas pescadores, tejedores, horticultores se instalaron en la ciudad como huyendo de sus espacios.

Señala, Castro García en su investigación. A partir de la década de 1960, un desastre ecológico de inmensas proporciones del cierre del caño Manamo, alteró drásticamente la mitad de su hábitat natural de los indígenas warao  produciendo la disminución de la pesca y parte del entorno de vida de los warao. Esto originó emigraciones masivas de los indígenas hacia los centros urbanos de la ciudad, como La Horqueta, Pedernales, Tucupita, Barrancas y Puerto Ordaz. De manera que podemos observar familias asentadas en las afueras del terminal de San Feliz, viviendo a la intemperie si ánimos de regresar a sus lugares,  vemos que lamentablemente se desvanece el futuro de los niños.

Al otro lado del río, también observamos grupos warao en la miseria, desidia y mendicidad, en la muy conocida Cambalache donde recogen objetos, ropas, comida que lanzan al desperdicio, ahí están los niños, las mujeres rogando encontrar algo que le pueda servir para vestir, o comer. En el mismo Delta, en la zona como volcán se encuentran numerosas familias
En medio del futuro incierto.

Los niños y jóvenes warao son quienes sufren las terribles consecuencias del éxodo a la ciudad, no solo la mendicidad es parte del actual panorama, el consumo de bebidas alcohólicas es la nueva practica cultural, es de manera dolorosa un hecho que nubla el pasado y  oscurece el futuro de estas familias y la cultura.

A través de sus luchas y resistencia.
En la actualidad, se han evidenciados importantes apoyos al pueblo, les han aportados vivienda, señalando las primeras casas en (2006), sesenta y tres 63 familias que vivían en estado de hacinamiento en yakariyene.

 Durante muchos años, fueron ubicados en la primera comunidad organizada de
Janokosebe, pero esto a su vez no resolvió el problema social de los warao, no detuvo la migración desde sus espacios a la ciudad. Una vez derrumbada Yakariyene por orden gubernamental de ese entonces, de manera inesperada nuevas familias se fueron asentando entre las ruinas y escombros, grupos indígenas de las comunidades de araguabisi, nabasanuka, kuberuna, españa y otras del municipio Antonio Díaz, Estado Delta Amacuro, la lucha siguió por la construcción de sus viviendas. Siete año después   en el ahora año (2013), treinta y tres 33 familias fueron dignificas con casas nuevas y formaron una segunda urbanización indígena, “Yakerawitu” de las comunidades de;  nabasanuka, koboina, araguabisi, koberuna,volca de araguao. Gracias a la revolución de Chavez.

En busca de mejores condiciones de vida.
Sin embargo continúa la llegada masiva de más familias warao emigrantes. Se pueden observar en la vía paloma, la antigua yakariyene, aún se enumeran las casas construidas de manera improvisada, logrando un estado de marginalidad y hacinamiento progresivo.
De igual manera en la comunidad de Volcán del mismo municipio Tucupita, Estas familias que hoy viven en puerto de volcán a la orilla del río, en casas igual improvisada, con carpas, zinc, vienen subiendo de las comunidades de; guayo,  Kuarejoro, Merejina, kuberuna, España, del Municipio Antonio Díaz, y son un total de sesenta 60 familias, ciento sesenta mujeres 160 mujeres y ciento ochenta hombres 180 hombres, dos ciento noventa niños 290 niños, 35 adultos. De tal manera  evidencia la mala práctica política para el pueblo indígena, en cuanto a sus producciones,  pesqueras, de siembra y medio de sustento propio para su subsistencia.

Pocas familias quedan en los caños
Un proyecto por el Ministerio Indígena refleja, un apoyo a 40 familias que serán beneficiadas con 40 viviendas, para quienes viven en el puerto,  pero aún faltan por materializar tal propuesta y ya se ha anunciado que fueron entregadas.

No solo el hacinamiento en la orilla de volcán es un problema, sino que se suma el control del combustible y que afectan de manera directa a los mismos warao, pero en el afán de no tocar esa cruda realidad, en todos los estados fronterizos y eso no escapa Delta Amacuro cambiamos el curso  la emigración y sus consecuencias en la ciudad.
Es importante destacar ante esta situación de mejorar las condiciones de vida de familias warao, del bajo delta hacia las ciudades grandes del país se está dando con una frecuencia cada vez mayor, dato que se corrobora con las investigaciones hecha por el Departamento de Antropología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC)  que está en marcha desde 1997 una investigación al respecto dice.

Este fenómeno tiene causas económicas y sociales de tipo estructural, por las particularidades características del medio ambiente, la economía nacional y local, la cultura política criolla y la cultura tradicional Warao”
¿Qué difícil es organizar al pueblo warao?
A juicio de Armando Obdola de la organización Indigena kape kape “la situación no es de forma si no de fondo la situación del pueblo warao a nivel de sobre vivencias es difícil y siempre lo ha sido y más desde la contaminación de sus ríos desde el asunto de la represa, el problema es de educación, el problema es de capacitación de levantar un semillero de nuevos líderes pensantes en el estado y te hablo de la 4ta y de la5ta República, que ya hecho estragos en el desarrollo de este pueblo”

¿Qué pasa con los consejos comunales?
Mejor será formación y capacitación agregó Armando Obdola, “empezar a crear semilleros en las escuelas en los liceos en las comunidades darles las herramientas de conocimientos en diversas áreas productivas, educativas. Siempre han dicho que cuando el warao se levante va a temblar el delta, pero el gobierno o los gobiernos nunca les intereso que eso ocurra siempre los tendrá pisados a sus pies, solo con el único fin que es el electoral”. Sentenció.
Por su parte:

Aunque el Gobierno Nacional y regional del Delta.  Genera múltiples proyectos de políticas públicas para el pueblo warao, no se concreta una verdadera y justa respuesta para quienes sobre viven a las practicas rutinarias de las bolsas de alimento como parte de su indemnización. Pero aún persiste el encanto y los warao esperan una sabia solución.
Teasser.
Los Warao, desde hace más de 800 mil años vivieron invisibilidades en la selva, en la actualidad se conocen que son el 2do pueblo más numerosos de Venezuela, pero con un sistema de vida marginal ubicado en 70%. Aproximadamente.
  

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